Algunos perros, igual que ocurre con las personas pueden padecer diabetes. La diabetes se produce porque su cuerpo no produce la cantidad adecuada de insulina y hace que no asimile adecuadamente la glucosa de los alimentos.
En muchas ocasiones va acompañada de hiperglucemia crónica, deteriorando distintos órganos vitales, pudiendo provocar si nos es tratada un coma y la posterior muerte del perro.
Actualmente se usan los criterios de clasificación humanos para clasificar el tipo de diabetes en los perros, ya que no hay criterios internacionales aceptados hasta la fecha.
También suele afectar a perros con obesidad, de ahí lo importante de mantener una alimentación correcta y realizar ejercicio diariamente. Del mismo modo suele ser un problema mas común en hembras que en machos y en ejemplares de mas de 7 años.
La cantidad de tratamiento que necesite dependerá una vez mas de la gravedad y del peso del perro. Nuestro veterinario será el encargado de decirnos cada cuanto tiempo y que cantidad deberemos suministrarle.
Si nuestro orejotas necesita un tratamiento de insulina subcutáneo, nuestro veterinario nos enseñará la mejor forma de hacerlo para no causarle daño ni molestias a nuestro amigo. Las primeras veces será el veterinario quien las suministre para que podamos aprender nosotros y observará a nuestra mascota para determinar la dosis exacta que necesita.
También deberemos tener un horario para suministrar la insulina y otro para las comidas de nuestro orejotas, si tenemos en cuenta que es algo importante en un perro sano en uno con diabetes el horario de comidas es crucial.
Si por un despiste no estamos seguros si ya le hemos suministrado su dosis de insulina, lo ideal es no volver a pincharle porque las consecuencias de una dosis extra serian peores que el saltarse una dosis. Para evitar esto podemos programar una alarma en nuestro teléfono móvil y así seguro que no nos olvidaremos.
En caso de que aparezcan signos de hipoglucemia deberemos darle de comer o un jarabe de glucosa para ayudarle a a recuperarse, acto seguido llamaremos a nuestro veterinario para que nos diga que paso debemos dar, es muy importante no volver a pincharle insulina sin que el veterinario lo haya examinado antes.
El hecho de que nuestro orejotas tenga diabetes no significa que tenga una esperanza de vida inferior o peor calidad de vida que otros perros sanos, siempre y cuando sigamos un tratamiento adecuado y unas sencillas pautas de alimentación y ejercicio.
Expertos consideran que posiblemente la diabetes en perros se deba a un predisposición genética heredada por los padres, ya que existen razas en las que es un problema bastante común, pudiéndose dar también en otros casos pero con menos frecuencia, por ejemplo como resultado final de una pancreatitis cronifica no detectada o no tratada. La raza que nos ocupa, el Cocker Spaniel Inglés no está dentro de las razas mas propensas a padecer diabetes.
También suele afectar a perros con obesidad, de ahí lo importante de mantener una alimentación correcta y realizar ejercicio diariamente. Del mismo modo suele ser un problema mas común en hembras que en machos y en ejemplares de mas de 7 años.
Los síntomas que harán saltar las alarmas son:
- Bebe mas agua de los normal.
- Cataratas.
- Comer mucho, parece que nunca se sacia.
- Coma.
- Debilidad.
- Delgadez.
- Deshidratación.
- Hipotermia.
- Orina en exceso.
Como sucede con los humanos el tratamiento que se pone a los perros diabéticos es con insulina. Lo primero que nos enseñará nuestro veterinario es a saber suministrarle la insulina a nuestro perro, eligiendo el tratamiento mas adecuado para él, ya que la insulina puede administrarse como:
- Inyecciones subcutáneas.
- Medicamento oral.
Aunque normalmente suelen ser mas los casos que precisen la inyección, en casos menos graves la medicación oral puede ser una buena medida y menos complicada para el propietario, es deber de nuestro veterinario determinar cual es el mejor tratamiento.
Si nuestro orejotas necesita un tratamiento de insulina subcutáneo, nuestro veterinario nos enseñará la mejor forma de hacerlo para no causarle daño ni molestias a nuestro amigo. Las primeras veces será el veterinario quien las suministre para que podamos aprender nosotros y observará a nuestra mascota para determinar la dosis exacta que necesita.
También deberemos tener un horario para suministrar la insulina y otro para las comidas de nuestro orejotas, si tenemos en cuenta que es algo importante en un perro sano en uno con diabetes el horario de comidas es crucial.
Si por un despiste no estamos seguros si ya le hemos suministrado su dosis de insulina, lo ideal es no volver a pincharle porque las consecuencias de una dosis extra serian peores que el saltarse una dosis. Para evitar esto podemos programar una alarma en nuestro teléfono móvil y así seguro que no nos olvidaremos.
En caso de que aparezcan signos de hipoglucemia deberemos darle de comer o un jarabe de glucosa para ayudarle a a recuperarse, acto seguido llamaremos a nuestro veterinario para que nos diga que paso debemos dar, es muy importante no volver a pincharle insulina sin que el veterinario lo haya examinado antes.
El hecho de que nuestro orejotas tenga diabetes no significa que tenga una esperanza de vida inferior o peor calidad de vida que otros perros sanos, siempre y cuando sigamos un tratamiento adecuado y unas sencillas pautas de alimentación y ejercicio.
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