La mejor maestra de todas... mamá

Desde el momento en que nacen hasta que cumplen mínimo 8 semanas de edad, el cachorro es educado por su madre y hermanos de camada, estas reglas que le enseñan marcarán de forma notable su comportamiento cuando sea adulto. La madre enseña a los pequeños a través de sus propias regañinas, posturas y gestos cosas tan importantes para sus futuras interacciones con otros perros como el afecto, el dominio y como saber que nos comunica el otro perro.

 

Durante su primer mes de vida será la madre quien se ocupe casi totalmente de los cachorros, el dueño debe interferir lo menos posible y dejar a la madre relacionarse y educar a sus pequeños a no ser que sea necesario intervenir, se suele decir que gran parte del carácter del cachorro es innato, otra gran parte dependerá de la experiencia que viva a lo largo de su vida con especial importancia en sus primeros meses de vida y al aprendizaje que reciba por parte de su madre y hermanos de camada. También se debe considerar la herencia genética, es decir el temperamento de los padres, pero si el cachorro no es correctamente socializado, aprendiendo con su madre y hermanos, no importara para nada que tenga heredado un magnifico carácter, ya que al privarle de estas experiencia estaremos dañando su comportamiento cuando sea adulto.

 

Se podría decir que el convivir con su madre y sus hermanos de camada es como asistir a la escuela, su madre es una excelente profesora que enseña a sus pequeños comportamientos de gran importancia, a continuación relataré algunos de ellos:

• Besitos de mamá, lamer:

Un comportamiento muy común en la madre desde el momento en que nacen los cachorros es mantener siempre limpia a su camada. Cuando lame la zona genital les estimula para que el cachorro orine y defeque, ya que al nacer no son capaces de hacerlos por si mismo y necesitan que les estimulen sus madres para hacerlo.

 

A la hora de comer busca el pezón de su madre con su lengua, un comportamiento tan simple y básico como es el lamer y chupar para conseguir su alimento, le servirá cuando crezca para demostrar amistad y sumisión hacia otros perros y también amor hacia su dueño.

 

Cuando el cachorro estira la pata y le da golpecitos pidiendo mamar, le sirve para obtener la atención de la madre y también alimento. Cuando crece este mismo rito le sirve para conseguir caricias y mimos por parte de sus dueños al tocarlos con la pata pidiendo atención.

 

Noah Batiá atendiendo a sus cachorros.

• Socialización:

Una de vez los cachorros ya pueden ponerse de pie y mantiene el equilibrio, se inicia la fase de socialización y juegos. Esto es fundamental ya que es la forma que tiene la madre de enseñar ciertas conductas sociales a los cachorros.

 

A través del juego competitivo entre los hermanos, mediante pequeñas luchas algo ruidosas pero inofensivas, así se establece una jerarquía entre ellos, cuando ese cachorro sea adulto el que sea mas sumiso o mas dominante con otros perros dependerá en gran medida de esta etapa de juego. En estas “luchas” también se ve envuelta la madre, ella aguanta con extraordinaria paciencia, los mordiscos, tirones y travesuras de sus cachorros. Si el pequeño muerde fuerte ella le dará un reprimenda, enseñándole así, que ese mordisco tan fuerte no es aceptable.

 

Si por algún motivo algún cachorro fuera alejado de forma prematura de su madre y de la camada, podrían haber a la larga consecuencia negativas, si se le priva de este proceso de socialización y solo sabe relacionarse con los humanos, puede volverse inseguro con los otros perros.

 

Los cachorros empiezan sus primeros juegos.

• El destete:

Alrededor de la cuarta o quinta semana de vida de la camada, la madre empezará a destetarlos, quizás se muestre menos complaciente con ellos y no permitirá que sigan mamando. Cuando intenten mamar, ella los apartara con la cabeza, a partir de ahora solamente comerán su pienso de cachorros y abundante agua. En este momento empiezan a tener mas contacto con los humanos, la madre observara y solo intervendrá si cree que sus pequeños pueden ser dañados de algún modo. Poco a poco se irán aventurado a explorar y se irán alejando de su madre.