La traqueobronquitis infecciosa canina o como se le conoce tos de las perreras, es una inflamación en la traquea pudiendo extenderse a los pulmones.
Se transmite a través del aire o por el contacto directo. Es muy contagioso, aunque no tiene riesgo mortal, hay mayor riesgo cuando hay agrupación de perros (perreras, pipican, paseos, interacción con perros infectados). Si nuestro perro ha padecido alguna infección, enfermedades en la zona de la laringe, anomalias del sistema respiratorio u objetos extraños alojados en la traquea, pueden contribuir a padecerla.
Los cambios de temperatura y el estrés también son factores que influyen en el desarrollo de la enfermedad.
Los síntomas que nos indicaran que nos encontramos ante una traqueobronquitis son los siguientes:
🔹️Tos seca.
🔸️Fiebre.
🔹️Arcadas.
🔸️Náuseas.
🔹️Pérdida del apetito.
Normalmente la mayoría de los síntomas remiten en 4 o 5 días tras iniciar el tratamiento, excepto la tos que puede tardar unas semanas en desaparecer por completo. Para realizar el diagnóstico nuestro veterinario realizará una serie de pruebas, por lo general con una radiografia suele verse claramente, pero si no se apreciase podría realizarse una endoscopia.
Si no se trata puede provocar bronconeumonía o bronquitis crónica. Por ello es muy importante su diagnóstico y tratamiento con antibiótico, realizar reposo para evitar la tos y también evitar el frío.
Al terminar el tratamiento se recomienda vacunar al perro frente a los adenovirus, más conocida como vacuna de la tos de las perreras.
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