Ladridos compulsivos, por que ocurren y como controlarlos

Ya hemos hablado anteriormente de los ladridos, su significado y la forma que tienen nuestros orejotas de comunicarse con el mundo que los rodea, pero hay veces que se nos puede ir de las manos, y convertirse en un problema serio de convivencia.

Primero deberemos descartar que no se trate de un problema de ansiedad a la separación, para ello observaremos si los ladridos se producen cuando el perro se queda solo en casa. Otra opción a descartar sería la sordera, si el perro es sordo es posible que ladre mas y muy fuerte, en especial en situaciones de miedo y ansiedad.

Muchos perros usan el ladrido como forma de defender y a alertar a otros perro y humanos que se acercan a un objeto o ser vivo que consideran es suyo, sería una forma de decirle “eso es mío” al ladrar es casi seguro que el otro perro se alejará. Esto puede convertirse en un problema especialmente en perros posesivos o territoriales.

 

La mayoría de los comportamientos en los que aparecen los ladridos excesivos son provocados por los humanos, pongamos un ejemplo. Cuando traemos un cachorro a casa nos puede resultar adorable oírlo ladrar, pero en realidad le estamos enseñando que si ladra conseguirá todo lo que desee. Por descontado este comportamiento se quedará gravado en su memoria y recurrirá a ellos siempre que lo considere.

 

Por supuesto, hay ocasiones que los ladridos resultan beneficiosos para nosotros, como por ejemplo cuando nos avisan que hay un intruso cerca de la puerta de casa o escuchan algún ruido extraño, recordad que ellos tienen un oído excepcional. En estos casos el ladrido está mas que permitido pero también deben callar tras advertirnos cuando hayamos comprobado de donde viene el ruido.

Para corregir y eliminar esta conducta debemos realizar los siguientes pasos:

• Averiguar que causa el ladrido: puede ser un juguete, un lugar o un estimulo concreto lo que lo provoque, de esta manera sabiendo que provoca los ladridos podremos eliminar el estimulo o controlarlo dándole un enfoque totalmente diferente.
• Cambiar la rutina o ignorar el ladrido: sabe que si ladra y ladra consigue lo que quiere, lo mejor es ignorar el ladrido y cuando se calle podemos recompensarle, por ejemplo dándole una caricia o una chuche, lo ideal es no recurrir a refuerzos que puedan excitarle por ejemplo lanzar una pelota, el motivo es que es muy posible que trasladáramos el ladrido a ese momento por el excitación.
• Reasociar la actividad que causa el ladrido: es sin duda lo mas difícil y seguramente tendrás que hacer varias sesiones para que empiece a entenderlo pero paciencia, lo terminará entendiendo, para ello lo ideal es realizar sesiones cortas y diarias, luego poco a poco podemos incrementar el tiempo.

Os voy a poner un ejemplo personal con mis propios perros, Equi es un mestizo de 6 años y desde cachorro se le dio muy bien coger las pelotas al vuelo, luego llego Noah tiene un instinto de recuperación tremendo, empezamos a llevar unas pelotas al parque y al tiempo empezaron los ladridos para que les lanzaras la pelota, daba igual que ni siquiera tuviéramos la pelota, ya os imaginareis que eran ladridos y mas ladridos hasta conseguir su objetivo y vuelta a empezar.

Hasta que un día vi que ya no podíamos seguir así y que los perros no disfrutaban de los paseos por el parque o la playa, solo estaban obsesionados con la pelota, ni siquiera querían jugar o relacionarse con otros perros. Retire todas las pelota de casa y directamente deje de llevarlas al parque, la primera vez fue terrible no pararon de ladrar en todo el paseo especialmente en los sitios donde solíamos jugar o al sentarnos, ignoramos los ladridos y les di un trozo de galleta cada vez que estaban tranquilos olisqueando y paseando, en menos de un mes dejaron de obsesionarse y ladrar en el parque, en la playa les costo mas pero también mejoraron a los pocos días.
 Con esta experiencia personal quiero mostraros que tener un perro bien educado no es cuestión de unos pocos días de educación cuando son cachorros, es un trabajo constante y día a día, vuestros perros os enseñan como actuar y que pautas de educación necesitan.