Según el estándar el cocker spaniel inglés es de naturaleza alegre, su cola en constante meneo presenta un movimiento animado típico, particularmente cuando sigue un rastro, no le teme a los matorrales espesos. Dócil y cariñoso, aunque lleno de vida y exuberancia. Algo que sin duda muchos de nosotros veremos claramente reflejado en nuestros cocker, pero a diferencia de lo que muchos creen el carácter de nuestro perro no se rige únicamente por su raza, si bien es cierto que cada raza ha sido seleccionada por ciertas características físicas y un tipo de comportamiento, debemos recordar que cada perro posee su propio carácter, basado en su educación y las experiencias que viva a lo largo de su vida.
El cocker es por naturaleza un perro amistoso, agradable y simpático. Una característica muy común en la raza es la gran facilidad para relacionarse con todo lo que le rodea, otros perros, niños, adultos e incluso otros animales aunque sean desconocidos para él. Los cocker adoran a los niños demostrando grandes cantidades de demostraciones afectivas y mostrando un extremo cuidado y paciencia con los mas pequeños. Lo “malo” de estos perros es que su excesiva confianza puede ponerlos en peligro ya que no sabemos si el individuo al que saluda cordialmente puede tener malas intenciones hacia nuestro cocker.
La totalidad de los cocker que he tenido el honor de conocer durante estos años han tenido siempre un carácter extremadamente sociable, cariñosos, buenos con los niños, pacientes, juguetones, unos cachorros eternos encantados de hacer feliz a su dueño por el que sienten autentica devoción, y todo el que tiene o ha tenido un cocker en su vida y ha sabido educarlo y ejercitarlo física y psicológicamente os dirá lo mismo que yo.
Para concluir podemos decir que además de la genetica propia de cada raza, es necesario dar una buena educación a nuestro perro desde cachorro y esto se traduce en que cuando sea adulto será un perro equilibrado y sin problemas serios en su carácter.
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