Empiezan los primeros juegos

Cuando los cachorros ya pueden mantener el equilibrio, su madre empezará la etapa de juegos. El cachorro aprenderá a ser sociable con otros perros, a no apretar con fuerza durante el juego y a entender las señales corporales de otros perros, esta fase es fundamental, ya que así conseguiremos que cuando sea adulto no sea un perro problemático con otros individuos de su especie.

Hay ocasiones en las que la madre los provoca para que luchen por un juguete, los cachorros comienzan una pequeña lucha, muy ruidosa pero inofensiva, si uno de ellos se emociona demasiado durante esta lucha el otro dará un quejido agudo, y el otro hermano lo soltara inmediatamente, de no ser así debemos regañarlo para que entienda que cuando uno grita significa que le hace daño, en muchas ocasiones es la madre la que interviene en estos conflictos entre hermanos. A través de este juego competitivo, aprenden a ser mas cuidadosos con la mordida durante el juego.

También jugaran de la misma forma con la madre, mordiéndole, saltando sobre ella, dándole tirones de orejas. Ella soportará las travesuras de sus cachorros con una paciencia increíble. Si el cachorro muerde fuerte y le hace daño ella misma lo pondrá en su lugar dándole un pequeño empujón, o a veces, también puede usar su boca sin apretar al cachorro solo sujetándolo, sin ejercer apneas presión. Con estas reprimendas, le enseña que el mordisco con fuerza no es aceptable cuando se relaciona con otros.



Si el cachorro ha sido alejado de su madre y hermanos muy temprano, puede tener consecuencias negativas. Muchos veterinarios coinciden en que, privarlos de este proceso de socialización, hace que el animal se vuelva inseguro, especialmente con otros perros. Ya que si solo conoce la compañía del ser humano, le será imposible entender la forma de relacionarse con otros perros. De ahí la importancia de no separar al cachorro de su madre y hermanos hasta por lo menos los 2 meses de edad.