Los cocker spaniel inglés pueden detectar olores que nosotros no podemos detectar, olores casi imperceptibles o incluso olores que han sido cubiertos con otros olores. El ser tan potente es la explicación mas obvia para que se les entrene y sean excelentes detectores drogas, explosivos, encontrar a personas en catástrofes naturales o detectar escapes de gas.
Ellos son capaces de oler cosas que nosotros no apreciamos, esto se debe a que ellos poseen más membrana nasal. Esta membrana esta ubicada en los receptores olfativos y sus células son las encargadas de recibir los olores.
Según la raza del perro su olfato puede variar, el olfato del cocker spaniel inglés es uno de los mejores, ya que han sido seleccionados desde hace mucho para detectar las presas para sus dueños, al cocker se le considera un perro levantador de caza, para eso precisa su olfato.
Otra ventaja con la que cuentan los perros, es que sus trufas suelen esta húmedas, la capa húmeda actúa como una cinta adhesiva, atrapando las moléculas aromáticas que son transportadas por el aire. La capa húmeda y las mucosas nasales permite recopilar a los perros grandes cantidades de moléculas y almacenarlas.
Cuando un perro husmea, alzando su cabeza, está recopilando nueva información. Las corrientes de aire transportan exquisitos olores y tiene que husmear con fuerza para que llegue hasta los sensores olfativos.
Las moléculas absorbidas en cada inhalación, son transportadas al cerebro, para que sean recordadas e interpretadas. Los olores influyen en el comportamiento de nuestro perro, le indican donde se encuentran, quien es un perro o una persona, incluso el estado de ánimo del otro individuo. La memoria olfativa del perro dura toda la vida.
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